lunes, 22 de septiembre de 2008

Babasónicos, desde cero


Una vez mas, BABASONICOS muestra los dientes. En el ultimo numero de la Revista G7 estan en tapa.. aca dejo la nota enterita..
Espero qe la disfruten!





La banda, formada en 1991, atraviesa un momento de enorme éxito. En mayo, editó el disco "Mucho", que presenta algunas de las canciones más sólidas de su carrera. Parece una buena ocasión para repasar la trayectoria de la banda y escuchar lo que dicen sobre la fama, el ambiente under porteño y el futuro del rock.

“¡No nos pregunten nada más, déjense de joder!”. El comienzo de la entrevista no es muy auspicioso. Sentados frente al grabador, los guitarristas Mariano Roger y Diego Rodríguez despotrican contra la prensa. Un poco más lejos, Diego “Panza” Castellanos, el baterista del grupo, hojea revistas viejas. Diego Tuñón, el tecladista, y Adrián Dárgelos, el cantante, deambulan por el estudio de fotografía.

Dentro de un rato, Dárgelos se acercará al grabador para plantear con elocuencia su mirada sobre el presente y el futuro del rock. Por ahora, Roger continúa con su alegato (según él, se trata de una expiación): “Cuando la gente habla de Babasónicos, piensa en el éxito, los viajes y la guita, pero se olvida de que tocamos nueve años en Cemento esperando algo que no llegaba nunca. Mientras tanto, en pleno gobierno menemista, otras bandas viajaban a Londres para grabar sus discos en los estudios Abbey Road. ¡Los integrantes de esas bandas deberían responder más preguntas que nosotros!”. Sonríe y agrega: “Yo tengo varias preguntas para ciertas bandas: por qué sus shows no generan nada en la gente, por qué no editan un disco desde hace años… Babasónicos no paró de dar conciertos y de grabar discos, así que no nos pregunten nada y déjennos monologar”.

Babasónicos ocupa hoy un lugar de privilegio en la escena del rock local. Los integrantes de la banda lo saben bien. Si siempre mostraron un discurso agitador y opuesto a los lugares comunes, ¿por qué habrían de cambiarlo ahora, cuando tantas miradas se concentran en ellos?

La encendida argumentación de Roger contiene al menos una verdad innegable: desde su formación –en 1991–, Babasónicos viene tocando y grabando discos sin parar. En la actualidad (a pocos meses de la muerte Gabo Manelli, bajista del grupo), la banda se muestra tan activa como en sus comienzos y parece dispuesta a seguir desplegando su particular visión de la música.

Diego Rodríguez continúa con sus quejas, aunque su tono ya es más conciliador. “Se nos hace difícil responder preguntas que intentan teorizar sobre nuestro trabajo. No hay que sacarles misterio a los discos”, sostiene.


Canción, llévame lejos
Babasónicos ha editado nueve discos oficiales y cuatro no oficiales y ha compuesto la banda de sonido de la película Las mantenidas sin sueños (2005), de Vera Fogwill y Martín Desalvo. Los primeros álbumes de la banda aportaron estampidos de collages sónicos en los que se combinaban, con desparpajo, rock, funk, rap, heavy y psicodelia suburbana. Ese sonido fue mutando y, con el cambio de milenio, Babasónicos se apartó del caos sonoro para emprender la búsqueda concienzuda de la canción perfecta. Así, su ecléctica música decantó en composiciones más simples que implicaron el éxito masivo de Jessico (2001), Infame (2003) y Anoche (2005).

En mayo, la banda lanzó el disco Mucho . La duración del álbum –poco más de 30 minutos– y la precisión de las canciones que lo integran dan cuenta de un trabajo minucioso. En Mucho , nada sobra. La instrumentación es refinada y la voz de Dárgelos se las arregla, como siempre, para sonar seductora incluso cuando pronuncia frases como “a la mierda lo que digan los demás, / voy a escupirte entre los ojos”.

Hablemos, aunque no les guste, de Mucho .
ROGER: Todo bien. Aunque me queje, respondo las preguntas. Muchas veces siento que no hay que hablar tanto. En un mundo ideal, los discos hablarían solos y los músicos se encontrarían con los periodistas para conversar sobre otras cosas; por ejemplo, sobre minas. No me parece necesario hablar del disco porque está ahí y cualquiera lo puede escuchar.

¿No hablan sobre sus discos entre ustedes?
ROGER: No. Hablamos tanto en las notas que Mucho nos tiene podridos. Al menos, eso me pasa a mí.
RODRÍGUEZ: En general, los debates de la banda se generan mientras se produce, se graba y se mezcla un disco.

¿Qué relación existe entre Mucho y sus discos anteriores?
ROGER: No sé si hay una relación directa entre este álbum y los otros. Como trabajamos juntos desde hace tiempo, ya tenemos un modo de componer, producir, orquestar y tocar y es inevitable que aparezcan ciertos patrones que forman parte de nuestra esencia. Esos patrones, que van ganando brillo y embelleciéndose, trazan un camino que se puede rastrear en todos nuestros discos. Al mismo tiempo, en cada álbum de Babasónicos se advierte una cara distinta; de algún modo, tratamos de partir siempre de cero y hacemos de cuenta que estamos grabando por primera vez. Entonces, cada disco conjuga las formas propias de la banda, que vamos perfeccionando sin darnos cuenta, y la necesidad de pensar que no existen nuestros discos anteriores. Mucho nace de esa dialéctica.

Las canciones de Mucho parecen más ajustadas que las de discos anteriores.
¿A eso te referís cuando hablás de perfeccionamiento?

ROGER: Cuando editamos Jessico , mucha gente salió a decir que tenía temas más directos que los discos anteriores. No sé qué es una canción “directa”. Los temas de Anoche tenían estructuras más rígidas, con estrofas y estribillos que se repetían sin demasiado desarrollo instrumental. Mucho me parece más denso desde el punto de vista instrumental y melódico.


¿Qué cambió con respecto a la época en que hacían discos más experimentales, como Dopádromo , de 1997?
RODRÍGUEZ: En aquella época, nos proponíamos cómo tenía que ser el disco antes de empezar a componer. Ahora, nos juntamos a componer sin definir antes qué tipo de canciones queremos. Nuestra forma de componer cambió mucho. Actualmente, nos manejamos con total libertad.
ROGER: Todos nuestros trabajos tienen la misma dinámica. De algún modo, Dopádromo hizo posible que hoy exista Mucho . Antes de grabar discos con canciones más tradicionales, emprendimos una búsqueda totalmente alocada. En un momento en que a la gente quería transmitir mensajes lineales, directos, estábamos en otra. No tratábamos de diferenciarnos; simplemente, no nos salía otra cosa. Estábamos aprendiendo y probando. Nadie nos enseñó nada. Teníamos una soberbia considerable, muchas ideas y capacidad para concretarlas.

¿Qué sienten cuando escuchan su primer disco, Pasto ?
ROGER: Yo me río. Me parece simpático e incluso me genera algo de ternura. Es un disco que tiene una soberbia total. Cuando lo escucho, me sorprendo con las cosas que hacíamos a los 20 años.

¿Qué dirían los Babasónicos que grabaron Pasto si escucharan Mucho ?
ROGER: ¡Que somos unos genios! Dirían todo lo contrario de lo que están diciendo los fanáticos de Pasto , que se quejan porque “ustedes se vendieron a las multinacionales”.
RODRÍGUEZ: Si yo hubiera escuchado Mucho a los 20, habría dicho: “¿Cómo hacen para componer tan bien estos pibes?”. Desde el primer momento, aspiramos a hacer un disco como Mucho , pero hasta hoy no contábamos con los conocimientos ni la capacidad para hacerlo. Después de mil shows, uno gana aptitud, como los atletas, y empieza a expresarse cada vez mejor.
ROGER: Cuando editamos el primer disco, queríamos ser populares, vender un montón de discos, salir de gira por Latinoamérica y que nos invitaran a los programas de televisión, pero estábamos muy lejos de eso.
PANZA: Recuerdo que, cuando salió Pasto , me deprimí porque pensé que el disco estaba muy bueno, pero no le iba a gustar a la gente a menos que todos estuvieran re-fumados, como estaba yo, cosa que no iba a ocurrir.

Ya han alcanzaron la masividad. ¿Se les cayó el mito sobre lo que significa ser una estrella de rock?

RODRÍGUEZ: No, todo es cierto [risas].
ROGER: Es como en This is Spinal Tap [película que relata las desventuras de una banda de rock en decadencia]. Nos pasa lo mismo que a los protagonistas: nos cuesta encontrar el escenario cuando salimos del camarín [risas]. En realidad, uno vive situaciones que no están lejos de ciertos clichés ligados al rock, pero hay momentos en que la pasás mal; por ejemplo, cuando vivís arriba de un avión y no tenés descanso.
RODRÍGUEZ: Aunque en el ambiente existen varios clichés, Babasónicos no es una banda típica. Frente a determinadas situaciones, nosotros no respondemos de acuerdo con los clichés; por ejemplo, nunca exigimos que hubiera manicuras en el camarín.

Entonces, viven lo que esperaban cuando empezaron a tocar.
ROGER: Sí, aunque la realidad de aquel entonces es bastante distinta a la actual. En 17 años, cambiaron un montón de cosas en Argentina. Antes, el rock ocupaba otro lugar y nosotros formábamos parte de una serie de grupos under que casi no sonaban en las radios. Hoy, es mucho más fácil grabar un disco y llegar a ser conocido. En 1992, se trabajaba según los cánones del ‘50: los jóvenes debíamos convencer a los viejos de las compañías discográficas para que aprobaran lo que hacíamos. Vivimos la época en que esos viejos decían “vamos a darle una oportunidad a estos jovencitos” y te hacían firmar un contrato en el que te re-cagaban. Después, no sabían qué hacer porque esos jovencitos tocaban una música que ellos jamás entenderían.

¿Las cosas son muy distintas hoy?
ROGER: Antes, todo era más difícil. Ahora, cualquiera puede grabar su música y subirla a sitios como MySpace y los ejecutivos de las discográficas son apenas dos o tres años mayores que los músicos. Este cambio resulta muy positivo para las bandas que recién empiezan, aunque quizá todo esté más desordenado; en la actualidad, no se sabe quién es quién: al lado de un verdadero artista, hay diez pibes que graban los pedos que se tiran y uno tiene que diferenciar al artista de los que se tiran pedos.

¿Qué los impulsa a seguir grabando discos?
PANZA: En mi caso, hay muchas cosas del entorno de la música que no me gustan y me generan una frustración que se va acumulando. Entonces, cuando grabo un disco, tengo la oportunidad de hacer todo a mi manera. Se trata de un modo de tomarse revancha o de irse de vacaciones.
ROGER: Seguimos grabando discos porque iniciamos una búsqueda que no tiene fin. Nunca nos planteamos hacer nueve, diez o quince álbumes para después retirarnos. Con Infame , podíamos haber creído que tocamos nuestro techo, pero ese disco era sólo una parte del camino. Con cada álbum fuimos mejorando a todo nivel. Queremos alcanzar el estándar de la excelencia y eso es algo mucho más elevado que la fama y el dinero.

¿No tienen miedo de que sus discos dejen de gustar en algún momento?
RODRÍGUEZ: Eso ya lo experimentamos un montón de veces.
ROGER: Como vivimos en Argentina, las pasamos todas. Aparte, no tenemos ningún miedo porque no somos aristócratas del rock. Hay gente que tiene miedo de perder a la mucama, pero nosotros no somos así. Hemos ensayado en un depósito de ropa en el que nos congelábamos, así que no me molesta dormir en un hotel dos estrellas. ¿Sabés a qué le temo en realidad? A hacer un disco que no nos guste a nosotros y que empecemos a repetirnos. Me da miedo tocar en una banda sin ideas, como Maná.

RODRÍGUEZ: Tenemos miedo de terminar de grabar un disco y decir: “¡Uy, somos mediocres!”.

Cemento, Cromañón y después


Desde sus inicios, Babasónicos brilla sobre el escenario. Al principio, lo hacía en lugares como Cemento o Die Schule, los locales que regenteaba Omar Chabán y que, en aquella época, funcionaban como epicentros del under porteño. Algunas luces, un vestuario extravagante y un manojo de canciones exaltadas le bastaban al sexteto de Lanús para convertir esos antros en espacios llenos de margaritas, montañas de agua y vírgenes descalzas. El éxito que la banda alcanzó a partir del disco Jessico la llevó a presentarse en los escenarios más importantes de Buenos Aires y a realizar giras por casi todo América y por España.

Hace unos meses, Babasónicos realizó dos shows en el Luna Park para presentar Mucho . Sobre un escenario cargado de luces, los músicos hicieron lo de siempre: desplegaron su carisma para disfrazarse de ídolos y dejar que las 8 mil personas que tenían enfrente les rindieran culto. El público que asistió (en el que se contaban algunos niños acompañados por sus padres) lleva a pensar en dos versos de “Cuello rojo”, una de las mejores canciones de Mucho : “Has conseguido verme un poco más normal / o es sólo que he aprendido a actuar frente a vos”.

¿Qué significa un recital para ustedes?
PANZA: Los shows son droga en el aire.
RODRÍGUEZ: Exactamente. Y tratamos de que el público sienta lo mismo que nosotros.
ROGER: Los conciertos pueden salir mejor o peor, pero nuestra intención siempre es la misma. En los recitales, interactuamos mucho sobre el escenario y, al mismo tiempo, tenemos cierto nivel de autismo. Si uno se pierde y deja de tocar, la banda sigue como si nada hubiese pasado. Hay una especie de tren que te lleva por delante. Sin siquiera mirarnos, sabemos hacia dónde va ese tren. Es misterioso.

Después de tantos años, ¿siguen disfrutando las giras?
RODRÍGUEZ: Nuestras giras siguen siendo tan atractivas como cuando empezamos. Ahí, hacemos lo que sabemos: entretener a la gente.
ROGER: Muchas veces nos preguntan cómo hacemos para seguir juntos después de tanto tiempo. Creo que la respuesta está en el hecho de que la banda se adapta a realidades y circunstancias diferentes. Después de tocar durante varios años, los integrantes de una banda suelen pedir que todo se adapte a su gusto: exigen ciertas condiciones, precisan sushi en el camarín, quieren que el escenario esté climatizado, viajan en limousine… Tal vez pedimos todo eso, pero a los pocos días podemos presentarnos en un bar del Lejano Oeste, en Estados Unidos, ante 200 personas.

¿Han vivido en casos así?
ROGER: Hace poco, tocamos en Toluca [México], en un local decorado con banderitas en el que el público se agarraba a trompadas por cualquier cosa. Al día siguiente, nos presentamos en el mega escenario del festival Vive Latino, en el Distrito Federal, ante 60 mil personas. Sabemos adaptarnos y divertirnos en cualquier circunstancia porque nos gusta tocar, lo disfrutamos, y no nos importan las condiciones.

¿Eso los diferencia de otros grupos?
ROGER: No todos pueden hacer lo mismo que nosotros. A determinada edad, como dije antes, muchos exigen escenarios climatizados y camarines que huelan a desinfectante. Nosotros nos adaptamos a cualquier situación; los integrantes de otras bandas que llevan más de 15 años putean todo el tiempo porque son incapaces de adaptarse y se llevan mal entre ellos.

De todos modos, si los integrantes de una banda se llevan mal, pueden separarse y después reunirse.
ROGER: Sí. Ése es un buen negocio.
RODRÍGUEZ: Hay que hacer una salvedad: Los Fabulosos Cadillacs acaban de reunirse y, en realidad, ellos nunca se pelearon.

¿Qué creen que podría llevarlos a separarse?
RODRÍGUEZ: Un motivo de fuerza mayor, como un casamiento.

ROGER: Hemos pasado por una enorme cantidad de situaciones difíciles y seguimos adelante. Estuvimos ocho años tocando sin generar ganancias de ningún tipo, en 2000 nos quedamos sin contrato y sin manager, atravesamos crisis económicas y hace algunos meses perdimos a un amigo [se refiere a Gabo Manelli]. A pesar de todo, seguimos juntos. No sé qué podría separarnos; quizá una pelotudez chiquita como un pedo.


¿Sienten que la esencia de sus conciertos sigue siendo la misma que cuando empezaron?
ROGER: Tenemos la misma actitud, aunque cambió la escenografía. En los shows de Cemento, la gente mostraba su delirio a dos pasos del escenario. En el Luna Park ocurre lo mismo, pero a otra escala; ahora, el grito es más fuerte. De todos modos, el público cambió. Los que iban a Cemento conocían todos nuestros temas de memoria. Después, el público empezó a diversificarse y se formó una masa que también delira con nuestros conciertos. Ya no se trata sólo de fans de Babasónicos; aparece gente que delira porque escuchó un tema que sonaba en la radio o porque siente que tal canción lo transporta a su adolescencia.

En general, los recitales de rock han cambiado mucho en los últimos 15 años.
RODRÍGUEZ: El rock está de moda. Hoy en día, no es raro ver que un padre acompaña a su hijo a un recital. Cuando tocábamos en Cemento, parecía imposible algo así.
DÁRGELOS: Ahora, nadie tiene ganas de tocar en un lugar como Cemento, donde no había baños y entraba agua cuando llovía. Ni el más romántico añora eso. En su momento, casi no existían en Buenos Aires otros espacios y Cemento tenía a favor que no estaba cooptado por la mafia de los teatros de la avenida Corrientes. Ese lugar estaba vinculado a una época en que las bandas producían sus propios recitales. Hoy, esa posibilidad no existe debido a un hecho puntual que sucedió en diciembre de 2002: la tragedia de Cromañón. Por esa estupidez, por esa desgracia, no hay más espacios en que los jóvenes puedan producir sus propios shows.

¿Cuál es, entonces, la situación del under en la actualidad?
DÁRGELOS: El under está muy acotado. Existen lugares como Tabaco, Palacio El Victorial, Unione e Benevolenza o Arlequines, pero no tienen solidez. Eso complica mucho la situación de las bandas jóvenes. ¿Quién cree hoy en un grupo que ni siquiera pudo hacer su primer show? Nadie. Entonces, ¿cómo hace una banda para armar sus primeros conciertos?
ROGER: En la actualidad, los músicos nuevos se hacen conocidos por sus grabaciones más que por las presentaciones en vivo.
DÁRGELOS: De todos modos, ¿desde hace cuánto no surge una buena banda nueva?
ROGER: Hay bandas nuevas, pero no logran reconocimiento por sus shows sino a través de internet. La única posibilidad de tocar que tienen son los festivales y les dan espacio sólo a las dos de la tarde. No está bueno.
DÁRGELOS: Los circuitos en los que tocábamos cuando empezamos forman parte de otra época y nadie puede extrañarlos. Cemento pertenecía a una realidad distinta en el país. Ahora, el Gobierno de la Ciudad ganó mucho terreno y no habilita espacios para tocar. Hay demasiado control.

¿Ha cambiado el modo de pensar el entretenimiento en los últimos años?
ROGER: En cierta forma, sí. Más allá de lo que ocurrió en Cromañón, no sé si hoy podría existir un lugar como Die Schule.
DÁRGELOS: Debería.
ROGER: No me refiero al problema de las habilitaciones sino a una cuestión cultural. Actualmente, hay otros parámetros con respecto a la seguridad, el cigarrillo, el alcohol… Todo está más controlado. Tal vez la década del ‘90 fue el último período en que existieron espacios medio descontrolados, en los que la gente hacía lo que se le cantaba el orto (se fumaba porro o tabaco, se tomaba alcohol, entraban menores…). Creo que hoy no existen lugares así. ¿Creés que a un pibe de 15 años le gustaría ir a un lugar horrible, en ruinas, como Die Schule?
RODRÍGUEZ: Hoy, los chicos de 15 ni siquiera se atreven a ir a Constitución.
DÁRGELOS: Además, para que existan lugares como los de antes, tiene que haber una crisis a raíz de la cual queden desocupados un montón de edificios y galpones. Eso se da en momentos posteriores a una crisis industrial, como ocurrió en Seattle o Manchester. Éste ya es otro país.

¿Cómo creen que serán las cosas en el futuro?
DÁRGELOS: Supongo que todo va a pasar por los patrocinadores y va a ser más pasteurizado, más desagradable. Habrá cada vez menos espacio para los artistas, que van a tener que adecuarse a los gustos de los consorcios que manejan los locales donde se hacen conciertos.
RODRÍGUEZ: Hoy, los estadios toman el nombre de la empresa que los patrocina. En Buenos Aires, el ejemplo es Obras Sanitarias, que pasó a llamarse Pepsi Music. En Estados Unidos, están el Estadio Budweiser, el Nokia Theatre y cientos de casos más. En Londres, locales como el Hammersmith Palais o la Brixton Academy están a punto de cambiar de nombre.
DÁRGELOS: Los músicos deberían tener algún beneficio por eso. Si tradicionalmente los locales cobran el 20 % de la recaudación de una sala llena, deberían empezar a cobrar menos y que las marcas que patrocinan el lugar se hagan cargo de la diferencia.
ROGER: En el futuro, cada compañía telefónica tendrá su boliche y los músicos deberán esforzarse por agradarles a los gerentes de marketing de esas empresas.
PANZA: Los artistas, me parece, tendrán que ser más “fotogénicos”.



hoyraye@hotmail.com

http://www.fotolog.net/flopy_bbs


Sharon Tate resucitada ^^

8 comentarios:

Damián Fanelli dijo...

Uuuuuuuuuuh que nota larguisima!! Ja, me haces reir con las cosas que subies, jeje.

Te cuento que en el blog subí el video de Microdancing y a su vez el de Deléctrico. Basicamente para demostrar que el nuevo video es una agarompa!!

Besotes!

ChaPa ((( 22 ))) dijo...

QUE GRANDE DÁRGELOS!


MUY LARGA LA NOTA CHE!!!


Jaja...

ChaPa ((( 22 )))

Damián Fanelli dijo...

Ja, el video fue muy simple, me gustan más cuando hay alguna historietita o algo un poquito más elaborado... nada más, me alegra que a vos te guste!

Y la explicación a lo otro te la resumo en un tema de Calamaro:

"Sentiste alguna vez lo que es tener el corazon roto?
Sentiste a los asuntos pendientes volver, hasta volverte muy loco?
Si resulta que sí, si podras entender lo que me pasa a mi esta noche.
Ella no va a volver y la pena me empieza a creceer, adentro...
La moneda cayo por el lado de la soledad y el dolor...!

Gracias por tu cariño, hermanita...

Ayelén dijo...

Año 95/96 y yo iba a verlos tocar a Dr. Jekyll... hasta hubieron noches de doble función con Turf o Los Látigos tocando como soporte.
Después vino el primer Obras Sanitarias donde presentaron Dopádramo y los DDT como soporte ....

uff estoy vieja!! ahí tenía apenas 16 y los iba a ver todos los fines de semana a cualquier lado donde tocaban.

que lindos recuerdos :)

ah! como olvidarme de todos cantando pidiendo "sobre la hierva" ...que buen disco Pasto no? aunque mi debilidad durante mucho tiempo fue Patinador Sagrado ... ahora más grandes ellos (y yo con 28 años), con más estilo, evolucionados... y me siguen gustando!! =)

Ayelén dijo...

*hierBa ... sorry se me chispoteó.

lukarda dijo...

jaja..estaba re hinchado las bolas mariano..
y es verdad, los discos estan ahi, que hablen los otros de los discos.
jaja

salute.

Enzoelbaba dijo...

jaja buenisimo la nota! , yame paresia ke estaban artos de hablar de mucho pero roger es muy directo jaja!!!

titosobabas dijo...

Hola soy titosobabas® espero y estes bien y quiero invitarte a mi blogspot.

Muchas gracias por tu atencion y espero y si pases por aqui no te vas a arrepentir